Compra de autos, una opción de las clases media y alta para dolarizarse

NOVIEMBRE 20, 2020
Tras la apertura de concesionarias, se registraron inconvenientes con la reposición de unidades

Envuelto en una pandemia que obligó a barajar y dar de nuevo en muchos sentidos, pero también inmerso en una particular macroeconomía argentina, el sector automotor local tiene hoy dos caras para mostrar: por un lado, en los primeros nueve meses de este año exhibió el nivel más bajo de ventas desde 2004; pero, por el otro, desde julio hasta octubre el promedio diario de ventas estuvo en ascenso y eso permite ilusionarse con que el mercado terminará 2020 mejor de lo que se esperaba antes de la irrupción del coronavirus.

La Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara) informó que el número de vehículos patentados en octubre de este año ascendió a 37.163 unidades, lo que representa una suba del 6,1% respecto de septiembre, cuando se habían registrado 35.014. La comparación interanual muestra también un crecimiento del 13,9% sobre octubre de 2019 y, de esta manera, el mes pasado fue el segundo de 2020 que crece por sobre el año pasado (el anterior fue junio, pero con menor porcentaje). Se alcanzan, así, los 286.695 patentamientos acumulados en los diez meses transcurridos del año.

Ricardo Salomé, presidente de Acara, comenta: "Los concesionarios estamos activos, tratando de cerrar todas las operaciones que se nos presentan, más allá de cierta incertidumbre relacionada a la reposición de las unidades".

El repunte de los últimos meses está explicado fundamentalmente por el efecto de la brecha cambiaria, es decir, la diferencia que existe entre la cotización del dólar oficial y la del dólar paralelo. Esto convierte al auto en un producto que permite acceder a la moneda estadounidense a un precio más barato: lisa y llanamente, los argentinos que pueden se dolarizan a través de la compra de un vehículo, que tiene gran parte de sus componentes importados a valor de dólar oficial.

En efecto, tal como se analiza en un informe sectorial elaborado por la consultora Abeceb, la brecha cambiaria continúa siendo un factor expansivo de las ventas, especialmente desde mediados de septiembre, por mayor expectativa devaluatoria. "Por encima de un nivel de 80% en la brecha, el efecto acostumbramiento desaparece y la compra de oportunidad persiste", se explica en el trabajo, que muestra que ese nivel es superado desde mayo de este año.

Guillermo Oliveto, especialista en tendencias sociales y de consumo, destaca que los argentinos son expertos en crisis y muy hábiles en reconocer ventanas de oportunidad. "Te encontrás con consumidores de clase alta y media alta que atesoraron dólares a precios inferiores a los que tiene hoy el blue y que siempre leen bien cuando hay bienes que 'tienen dólares adentro' y se pueden hacer de ellos a menor costo", opina el experto, fundador de Consultora W.

La explosión de los autos, recuerda Oliveto, es un fenómeno que ya se produjo en otras etapas del país, como en 2013, cuando se vendieron 950.000 unidades. "En realidad se estaban comprando dólares baratos a través de un vehículo. Entonces, acá lo que pasa es que el primer mes de repunte, junio, se venía de tener las concesionarias cerradas, después hubo problemas de stock, pero a partir de ahí levantó. No hay un boom, porque incluso se va a terminar cayendo 30% respecto de un año ya malo como fue 2019, pero es mejor de lo que se esperaba", afirma.

Para Damián Di Pace, economista y director de la consultora Focus Market, los autos hoy están muy baratos en términos de su precio en dólares. "Aquellos que cuentan con esos billetes verdes están accediendo en algunos casos a vehículos que están hasta 40% más baratos que hace un año en moneda estadounidense. Para muchos es una oportunidad", destaca.

Franco Roland, economista de Abeceb, especializado en industria automotriz, comenta que, con el nivel de brecha que hubo entre mayo y septiembre, la gente vio la posibilidad. Pero advierte que este es un efecto que puede desvanecerse en el futuro. "Por más alta que esté la brecha, a medida que pasa el tiempo, su efecto como incentivo a la compra de durables en general, y de autos en particular, cae bastante", explica.

De todos modos, Roland destaca como un punto interesante para tener en cuenta que la confianza del consumidor para la compra de autos e inmuebles está en su máximo nivel de los últimos dos años y medio (desde abril de 2018), lo que indica que hay un apetito por la dolarización y la compra de durables. "Parece que es una tendencia que se agota y tampoco son niveles para celebrar, porque se venía de niveles mínimos en los últimos 20 años", aclara.

En tanto, Thomas Owsianski, presidente y CEO de Volkswagen Group Argentina y vicepresidente de Ventas y Marketing de Volkswagen Región SAM, subraya que 2020 fue un año fuera de cualquier parámetro habitual. "Estamos atravesando un hecho sin precedentes a nivel mundial y aún no tenemos certezas acerca de las consecuencias reales que dejará la pandemia. La industria automotriz sufrió un duro golpe por la pandemia, pero va mostrando señales de recuperación, aunque lentas, apuntaladas principalmente por su carácter exportador, por lo que creemos que el mercado cerrará el año en torno a las 300.000 unidades", afirma el ejecutivo.

Esas cifras de ventas, tal como lo ratifica también Pablo Sibilla, presidente y director general de Renault Argentina, son más alentadoras que las que se intuían antes de la aparición del coronavirus y del aislamiento social obligatorio. "Claramente, el mercado está mejor que en el período anterior a la pandemia", subraya el ejecutivo.

Sibilla dice que si se le preguntaba a la industria antes de la cuarentena por sus proyecciones de ventas la respuesta iba a ser que el mercado superaría las 250.000 unidades, mientras que ahora dicen que va a ser de 330.000 unidades, y el año que viene, 400.000. "Se está lejos de los históricos números de 800.000 autos, pero, dado el contexto, la tendencia es positiva", concluye.

Federico Ovejero, vicepresidente de General Motors Argentina, Paraguay y Uruguay, comenta que desde la marca han retomado los lanzamientos de vehículos como una muestra de confianza de que el mercado comenzará a recuperarse gradualmente. "De hecho,los resultados para finales de año ya se anticipan mejor que los esperados, y podríamos estar terminando con más de 320.000 unidades anuales vendidas, por encima de las 285.000 proyectadas al inicio de la pandemia", agrega.

Producción en ascenso

Más allá de las ventas, es interesante analizar también qué sucede por el lado de la producción, es decir, la que provee la oferta. En ese sentido, Fernando Rodríguez Canedo, director ejecutivo de la Asociación de Fabricantes de Automotores (Adefa), cuenta que, a principio de año, proyectaban una producción de 400.000 unidades, pero que ya en medio de la cuarentena esas estimaciones bajaron a 200.000 unidades. "La emergencia sanitaria nos llevó a trabajar sobre las urgencias y a consensuar para poder retornar a la actividad lo más rápido y seguro posible luego de 60 días de inactividad. Volvimos y tomamos el compromiso con el Gobierno de producir 250.000 unidades para este año y estar en un mercado de ventas cercano a las 300.000", confía.

Aquí empieza a tallar el tema de la necesidad que tiene el Gobierno de que determinados porcentajes de los autos que se venden en el mercado interno sean de fabricación nacional. "Es verdad que se le pide eso a las empresas del sector. Se nos pide que no sea menor del 50%, pero de ahí va subiendo y en algunos casos llega a 70%. Renault produce acá 45% de lo que vende en el mercado interno, así que en ese sentido estamos bien", dice Sibilla.

Fuente: La Nación

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