Adiós a un elegido: por los impuestos internos, se dejó de vender un auto muy popular en la Argentina

NOVIEMBRE 13, 2020
Volkswagen retiró de su oferta en la Argentina el Vento GLi

Volkswagen retiró de su oferta en la Argentina el Vento GLi, un modelo que estaba a la venta desde mediados de 2019. Se trata de la versión con intenciones deportivas del famoso sedán mediano que va ya por su séptima generación (es la tercera bajo la denominación Vento).

El Volkswagen Vento GLi ya no se encuentra en la lista de precios oficiales de la marca alemana en la Argentina. La única versión disponible del Vento a partir de ahora es la Highline 250 TSI AT, que equipa un motor naftero 1.4 litros turbo de 150 caballos de potencia y vale $3.285.200.

Si bien Volkswagen Argentina no dio públicamente las razones por las cuales discontinuó el Vento GLi, todos los caminos conducen a los impuestos internos, que afectan con crudeza el precio de los 0 km y distorsionan el mercado.

El GLi era la variante más costosa de la gama porque venía con un motor naftero 2.0 litros turbo de doble inyección, capaz de entregar hasta 230 caballos de potencia y un torque de 350 Nm a tan solo 1700 rpm. Y también traía diseño y equipamientos exclusivos.

Durante los últimos meses, Volkswagen estuvo vendiendo las últimas unidades en stock. Y, cuando se agotaron, decidió discontinuarlo porque su precio, alterado por el impuesto interno a los autos "de lujo", sería demasiado elevado para los consumidores locales. La actualización del impuesto fue en agosto

El impuesto interno fue actualizado en agosto por la AFIP. Desde ese momento, deben tributar la primera escala los 0 km que superan los 2 millones de pesos de precio al público.

La medida estableció que pagarán un 20% de impuesto (impacto real del 25%) los 0 km que tengan un precio mayorista superior a $1.451.300, que significa aproximadamente $2.000.000 a público. La segunda categoría tributa un 35% (impacto real del 35%), e incluye a los vehículos que superan el precio mayorista de $2.679.323, que son aproximadamente $4.400.000 a público.

Como la base imponible no se ajusta al ritmo de la inflación, cada vez más autos en la Argentina se ven afectados por este impuesto. Y una de las consecuencias es la discontinuación del mercado de modelos o versiones cuyos valores se distorsionan en mayor nivel. Las empresas eligen no venderlos antes que hacerlo a precios irrisorios, ya que la demanda no respondería.

Por dólar y trabas importadoras, concesionarios no venden autos

Crisis, incertidumbre, ventas que caen por la misma situación del mercado más que por la indiferencia de los consumidores. Así se vive hoy en los concesionarios de autos de todo el país la realidad económica y social que golea directamente a la venta de unidades.

El impactante incremento del dólar blue, que le sacó una ventaja de $100 al oficial, pega de forma directa a la industria automotriz, la cual importa modelos o los fabrica en el mercado local con piezas que, en su mayoría, son de otros países. En cualquier caso, necesitan de dólares para trabajar, y hoy conseguirlos es una materia prácticamente imposible.

De acuerdo a los cálculos de los concesionarios, en octubre se venderán unos 4.000 autos menos que en septiembre pasado, cuando los patentamientos se recuperaron frente a agosto. Sin embargo, no piensan fogonear las operaciones más de lo normal, como lo han hecho con promociones y descuentos, sino que, por el contrario, guardaron las pocas unidades que les quedan bajo siete llaves, esperando para ver qué pasará con el dólar y cómo podrán hacer para recuperar stock.

Eso no es todo, a las dudas que existen sobre cuánto saldrán los vehículos el mes próximo, se suma que las trabas para importar crecen y es cada vez más dificultosa la posibilidad de prever con qué stock se podrá trabajar.

"Hoy lo mejor que podemos hacer es guardar las pocas unidades que tenemos hasta que se acomode el mercado. Vender un auto es descapitalizarnos, porque seguramente no se podrán volver a comprar por el mismo valor, o, ni siquiera, por un porcentaje apenas superior", explicaron en un concesionario.

Por otro lado, admitieron que la única posibilidad es fomentar la venta de modelos producidos en el país, aunque el temor por quedarse sin piezas importadas también está latente todo el tiempo, lo cual podría detener la fabricación nacional.

"Por el momento tenemos partes para fabricar en las terminales locales, pero es un arma de doble filo y tampoco se sabe hasta cuándo los autopartistas estarán dispuestos a vendernos sin saber cómo seguirán los precios en apenas días o semanas", explicaron desde una terminal.

Lo cierto es que los autos se cotizan a dólar oficial para la venta, y esa brecha con el dólar blue fue clave para vender más estos meses. Sin embargo, hoy ya no es un motivador y los concesionarios prefieren no especular con esas diferencias, sino que el auto guardado en sus salones es el mejor resguardo de capital, advierten a iProfesional.

Problemas para importar

Además de necesitar guardar autos para evitar que la suba del dólar impacte en el negocio, el problema que enfrentan muchas marcas son las complicaciones para importar vehículos.

En este sentido, el BCRA impuso nuevas normas que obligan a pedir más autorizaciones para que entren autos al país.

La decisión se tomó hace unos días, cuando por medio de una comunicación del Banco Central, se endureció aún más el cepo a las importaciones de autos que impuso el Gobierno desde el mes de junio. Se estableció que todas las importaciones que superen los u$s50.000 deberán ser aprobadas con anticipación por el BCRA.

Se trata de un permiso especial para acceder al mercado de divisas y que se otorgará para cada operación puntual de importaciones. Hasta ahora, no había restricciones por parte del Banco Central para girar divisas para el pago de vehículos comprados en el exterior, sino que la decisión estaba en manos de la Secretaría de Industria, donde se daba "luz roja" ("observada") o "luz verde" ("salida") en el Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones -SIMI-.

Sin embargo, el acceso al mercado de divisas era libre y permitía realizar el pago de vehículos en el exterior, a la espera de la aprobación del SIMI para su liberación de la Aduana. Ahora el proceso se dio vuelta por completo: primero habrá que esperar la "salida" del SIMI y aguardar que el Banco Central apruebe la liberación de divisas para el pago de los vehículos. Recién ahí se pondrá en marcha el proceso de compra y envío de autos al país.

Se trata de un nuevo cerrojo al cepo aduanero, como ocurrió en los tiempos de las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación (DJAI) de Guillermo Moreno.

El presidente de una importadora dijo al respecto: "Sobre las medidas, al pedir SIMI en estado de SALIDA para poder pagar entiendo que los bancos podrían pedirla para abrir las cartas de crédito por lo que se complica la operatoria en materia de tiempos. Para colocar el pedido habrá que tener la SIMI aprobada y el pedido se coloca 5 meses antes de la llegada del vehículo al país. Por ello es que se necesitaría trabajar con una mayor previsibilidad por parte del Ministerio de desarrollo productivo y las autorizaciones de SIMI para poder colocar los pedidos. Esto podría ocasionar la falta de productos en el mercado".

"Si el sistema funciona bien, no debería haber mayores inconvenientes. Es decir deben funcionar bien todos los actores para que el ciclo autorización, pedido, producción, pago, nacionalización y venta mayorista y minorista sea algo armónico. Pare evitar demoras, en este momento se deberían estar aprobando SIMI para autos que llegan en Enero/febrero 2021, algo que no estaba previsto", agregó.

Fuente: IProfesional

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